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Desnudos. Sentir MÁS, no es sentir DE - MÁS.

Hoy en día se habla mucho de las personas altamente sensibles (PAS). Se clasifican, se tipifican, se etiquetan. Pero, tal vez, lo menos importante sea el nombre. Porque, más allá de las categorías, lo cierto es que existen personas que perciben un poco más allá de lo evidente.


Desde la neurociencia, sabemos que estas personas tienen un sistema nervioso más receptivo: regiones cerebrales vinculadas a la empatía, la conciencia emocional y el procesamiento sensorial (como la ínsula o la amígdala) muestran una mayor activación. No es que "sientan más" en intensidad, sino que captan más matices, más información. Es una percepción más fina, más rica, más compleja.


Ser PAS no significa vivir en un torbellino emocional constante. No significa exagerar lo que se siente. Significa, quizás, tener el don de percibir las cosas más cercanas a como realmente son. Esa sensibilidad no distorsiona la realidad: la amplía. Donde otros ven un gesto, una palabra, una pausa… la persona sensible percibe la vibración emocional que hay detrás, el matiz invisible que revela la autenticidad o la incoherencia.


Y eso, a veces, asusta. Asusta a quien está cerca, porque no solo percibes cuando alguien te miente, sino también cuando se miente a sí mismo. Asusta a quien no está preparado para ser visto sin máscaras.


Vivir con una alta sensibilidad y tener la valentía de no silenciar lo que sientes (ni con drogas, ni con comida, ni con distracciones) es un acto de coraje. No es fácil. Es desnudarte ante tí mismo, y a veces duele, y mucho. Pero en ese mismo dolor se abre un camino de autoconocimiento profundo, casi brutal, que te confronta con lo que eres y con lo que todavía no sabes sostener. Si eliges recorrerlo con ganas de cultivar tu espiritualidad y tu inteligencia emocional, esa sensibilidad deja de ser un peso y se convierte en una maestra: te enseña a estar presente, a sentirte y a comprender el mundo con más verdad.


Quédate cerca de quienes abracen esa sensibilidad, la entiendan, la valoren y la cuiden. De quienes sepan ver en ella una forma de sabiduría y no una debilidad. Y aléjate, con calma pero con firmeza, de quienes usen esa característica tuya para desvalidarte, manipularte o hacerte dudar de ti. No todos sabrán entender tu manera de sentir, pero eso no significa que debas esconderla.


No, no es que por ser PAS sientas las cosas “a la tremenda”. Es que, por ser PAS, percibes la vida con una plenitud que otros apenas intuyen. Y cuando aprendes a habitar esa plenitud sin miedo, la sensibilidad deja de ser una herida: SE CONVIERTE EN UN DON.

 
 
 

4 comentarios


Cuesta mucho ser uno mismo a veces...y como dices, se llega a sentir miedo a la hora de destapar verdaderamente tu identidad...tu pasado...pero por suerte están esas personas con ese don para limpiar ese camino por el querré queda un largo recorrido. Me identifico con este artículo...gracias por tus palabras Cris!♡

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Muchas gracias a ti!!! :) 🤍🌺

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Súper interesante, una fuente de conocimientos y sabiduría, eres !!!

Gracias por aportar y compartir esa maravillosa ciencia y saber !!!!

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GRACIAS 🌺🤍

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